A finales de la década de 1950, Jairo Tavares de Araújo, líder de los jóvenes adventistas de la División Sudamericana, aún con sede en Uruguay, preparó un pequeño manual sobre cómo organizar un club de Conquistadores para fomentar la formación de nuevos clubes. La propaganda de la División Sudamericana condujo al desarrollo paralelo de clubes de Conquistadores en zonas de Brasil como São Paulo, Santa Catarina, Río de Janeiro y Río Grande do Sul.